Mi familia

En una de mis pelis preferidas, hay una frase que me encanta y que, desde el primer día, se me quedó grabada en la mente: "Familia es no tener que decir nunca lo siento".
Mi familia es extraña y peculiar, imagino que como muchas otras, pero tengo que decir que es totalmente atípica y diferente, y así me gusta que sea porque así me lo he hecho yo. Quiero decir que he salido de todos los cánones habituales y me he quedado con lo que más me gusta: los que guardo y llevo siempre en mi interior, los míos, las personas que para mi son realmente especiales por miles de motivos diferentes, y que un enfado o una pelea son cosas puntuales, y que por ello no dejas de quererlos o preocuparte por ellos (¡esto va por ti pelirroja y si no lo pillas, háztelo mirar!, porque forman parte de tu propia esencia. Por el mundo no voy abriendo mi corazón a cualquiera y, cuando lo he hecho, ha sido con cautela, pero muchas veces (demasiadas diría yo) me han tomado el pelo y por decir la verdad... todo se ha ido al carajo.
Demostrar que quieres a esas personas no debería ser nada difícil, demostrar tus sentimientos no deberían avergonzarnos, hay que decir a la cara y en voz alta lo mucho que los quieres, lo mucho que los necesitas, lo mucho que te importan y lo mucho que te gusta compartir tu vida con ellos. Porque cuando morimos... no nos queda nada, y que por lo menos alguien nos recuerde con una enorme sonrisa, con unas preciosas lágrimas o con muchísimo afecto. Porque entonces habremos logrado algo grande: se importante para alguien.
Ayer disfrute de parte de mi familia, ayer reímos y nos escuchamos, ayer preparamos una super cena, ayer hubo sorpresas, ayer mi cuañada se quedó dormida abrazadita a mi... y eso, eso no tiene precio alguno.
Sentirme orgulloso de mi hermano pequeño, sentirme bien a su lado, sentirme alguien especial cuando me mira... no tiene precio alguno.
Compartirlo con mi hombre amado y que él se sienta lleno y feliz por tenernos a todos allí... no tiene precio alguno.
Cada uno tenemos nuestras vidas, nuestros líos, nuestros trabajos, poco tiempo, vamos estresados, pero no tenemos que dejar de vernos y abrazarnos, de tomar un café de una hora nada más, de llamarnos y explicarnos, de no dejar pasar demasiados días sin tener contacto, de subir al tren o al coche para pasar un ratito juntos... no tenemos que dejarnos caer en eso de que nos falta tiempo (¡¿eh pelorroja?!) y no sutituir a nadie por nadie y saber mantener un poco de humildad en nuestro interior, porque eso logra que seamos más buenas personas. Porque nadie es mejor que nadie, porque nadie es mejor que nadie por tener más cultura, más estudios, mejores trabajos o más dinero. Porque nadie es mejor que nadie si eres 'personal coaching', personal de limpieza, director de un banco mundial, responsable informático del servicio telefónico de urgencias, dependiente, enfermera, cuidador, secretaria del departamento de antiguos alumnos, am@s de casa, pensionista, parad@, ganadero o lo que quiera que sea cada uno y una.
Yo quiero a las personas por lo que son, y nada más.
Me gusta estar en familia, pero con la familia que he escogido: mis papis, mi hermana, mi chileno o los membrillos que salen borrosos en la foto que hoy ilustra esta entrada.Y mi amado.

Y para mi mebrillo y mi membrilla, hoy les regalo este pedazo de canción, ¡para qué lo disfruten a todo volumen saltando y bailando!

Us estimo molt!!!