Inseguridad en los trenes

Hace algunos días veteli, samanta y yo leímos una carta del lector en el periódico "La Vanguardia" de una ciudadana que se quejaba sobre la inseguridad en las líneas de tren de Rodalies (Cercanías) de Renfe, teniendo una razón indiscutible, y la contestación por parte del delegado de comunicación de Renfe en Catalunya, siendo esta respuesta la que despertó nuestra mayor indignación. Fue llegar a casa y escribir una carta a la misma sección explicando la realidad existente, y firmarla por los tres.
Grata sorpresa: nuetsra carta fue publicada el pasado domingo 15/04/2012 como carta destacada ("El Lector Expone").
Aquí os la dejo:

"EL LECTOR EXPONE

Inseguridad en la línea R4


Leemos la carta de Mónica Grau "Inseguretat en la línia R2" (9/TV/12) y la respuesta del señor Antonio Carmona, "delegado de comunicación de Renfe en Catalunya. Ante esta respuesta nos hemos sentido molestos, estafados y engañados. Coger la línea R4 desde Sants hasta Sabadell Sud un viernes noche, sábado noche o domingo por la mañana temprano es casi un acto de heroicidad extrema, es tener sangre fría y mirar al suelo del vagón para que tu mirada no se cruce con la de nadie y, así, evitar una confrontación. La inseguridad es tal que evitamos subir a estos trenes teniendo la estación de Rodalies frente a casa (Sabadell Centre) y optamos por los Ferrocarrils de la Generalitat donde apenas hay problemas a pesar de quedarnos más lejos. En esos trenes de la R4 hemos visto peleas a puñetazos, insultos, gritos y vejaciones. Hemos visto fumar tabaco, porros, beber cervezas de litro, cubatas, gente borracha hasta casi perder el sentido... en fin, hasta que un día decidimos no utilizar más esta línea por miedo. Es imposible subir al tren en Sabadell Sud el domingo a las 6.26 horas porque estar en la estación no te aporta nada bueno, es preferible llamar a un taxi y pagar para llegar sano y salvo al trabajo. Deberían tomarse más en serio estas situacio¬nes y que esta seguridad que nos dice el señor Carmona que hay estuviera presente de forma continua ya no en cada vagón (sería lo suyo), sino en cada tren y en estaciones conflictivas. La inseguridad es tan real como palpable y vista desde un despacho no es lo mismo.
Si lo desea, le invitamos a que nos acompañe una noche en uno de estos trenes, para que sienta en primera persona lo que los demás hemos de aguantar y el miedo que se pasa al subir a un transporte público, caro e inseguro.

genestel, veteli y samanta
Sabadell"