Ha sido comenzar el año y empezar luchando contra todo y todos y tomando decisiones que afectan a más de una persona.
Ayer tuve que tomar una de las decisiones más importantes que jamás haya tomado en mi vida y que me ha hecho sentir lo peor de la faz de la tierra, siendo ésta la decisión más lógica y conveniente. Durante más de una hora tuve que debatirme entre lo que está bien y mal frente a dos desconocidos, tuve que apartar los sentimientos a marchas forzadas y dejarlos a un lado, tuve que ser lo más frío y realista posible y pensar en qué era lo mejor para mi y para todos.
Y así lo hice, respiré hondo y salté a la cancha con todas mis fuerzas y con unas decisiones tomadas, siendo lo más calculador posible, no perdiendo los nervios ni dejándome llevar por el corazón, el cual me suplicaba e imploraba que cambiara esa dura y complicada decisión.
Pero con un valor desconocido para mi y una fortaleza aún más extraña, me centré en las palabras que surgían de mi mente y de mis labios y dije lo que debía, decidí lo mejor para poder seguir adelante por este camino que nos marca la existencia.
Al salir aún tuve que comunicarme con alguien por teléfono y decirle lo que había decidido y ya fue el remate final. Fue una conversación de siete segundos, una conversación a uno, básica y sin añadidos, una de las conversaciones más insoportables nunca antes hecha, pero era necesaria. Para mi y para el resto.
Al salir y caminar por la calle, el ruido de la ciudad desapareció y en mente tan sólo tenía miedos y reproches, silencios y recuerdos, vergüenza y dudas, pena y tristeza...
Nunca antes había caminado por Barcelona sintiendo las lágrimas vagar por mis mejillas a su antojo sin importarme las miradas inquisitivas de la gente, nunca había tenido una necesidad tan y tan grande de desahogarme de esta forma ante el mundo, pero fue algo inevitable. Perdía la fuerza por momentos, perdía el sentido de la orientación, pero allí estaba el brazo de veteli que me guíaba, allí estaban sua besos, su mirada, su fuerza para conseguir que no me precipitara ante un vacío negro y sin fondo. No hubiera podido seguir caminando ni mantenerme entero si él no hubiera estado allí.
Caminamos por Las Ramblas, por el centro de la ciudad plgada de visitantes y turistas y, a nuestro encuentro, vino Jon para recogernos en un infinito abrazo, para guardarme entre sus brazos y dejarme llevar por todo lo que en ese momento sentía.
Fuimos a comer algo, a hablar sobre todo lo que estaba sucediendo, a intentar que yo sacara todo lo malo de dentro, pero la pena era (y es) tan grande que mi llama se apagaba cada vez más.
Después decidí dar un paseo hasta encontrarnos con Ana, y ella sin comer aaún a las cinco de la tarde, quiso ir a tomar algo para regalarme su apoyo y brindarme sus ánimos...
Sin vosotros, ayer, hubiera muerto en plena vida.
He dormido, he dormido toda la noche con un sueño plagado de pesadillas, he dormido hasta mediodía, he dormido todo cuanto he podido y, al despertar, no quería salir de la cama. Mi suspiro ha sido largo y eterno, primero un pie, luego el otro, caminar y mirarme al espejo y sentir las dudas acuciantes frente a mi, peor la decisión está tomada, reflexionada y ya no hay vuelta atrás.
Me siento como aletargado, me siento sucio, cansado, perdido, timado, vendido, me siento de muchas maneras, pero sobre todo me siento ruín porque alguien, de forma cruel y mordaz, me lo plantó en la cara por otro motivo y ahora siento como si eso fuera verdad, aunque sé que no... Es lo que tiene el año nuevo, una vida diferente y nueva.
Aunque no seas tú quien lo ha escogido.
El tiempo pasará y esto con el cambio de estaciones, peor ni lo olvidaré ni me sentiré orgulloso por ello. Aprendo de lo que vivo, aprendo de los demás, tomo nota y por ello, crezco como ser humano, crezco como persona, cierro los ojos, apreto la mandíbula y continuo mi camino.
Gracias a todos los que creéis en mi sin esperar nada a cambio.
5 comentarios:
Te deseo una feliz andadura a partir de ahora y para siempre.
Un beso
Cosita bonitaaaaa, estoy contigo y tu lo sabes, tu sabes que ha sido lo mejor para todos!!
Que te quiero y amo hasta el infinito y siempre a tu lado aunque ahora sea en la distancia!!
TATUMIIIIIIII TETE
añil, ¡gracias!
Kampanilla, también yo tatumi!
Aunque en momentos complicados parece fácil decirlo, quiero recordarte (porque ya lo sabes) que cuentas conmigo aunque sea a miles de kilómetros de distancia...
Ánimos y recibe el más grande de los abrazos! :-)
P.S. Yo también TATUMI (¡Es que yo no podía ser menos! Jajajaja)
Roddo, lo sé, lo sé..., y aunque no lo creas, te siento muy cerca, aunque la distancia sea la que siempre nos hace la mala jugada!
Tatumi!
^^
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