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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Reflexiones del 2011






En 15 días este año se termina. En 15 días cambairemos de cifra y puede que algo sea mejor. Y digo algo porque las esperanzas y espectativas no es que abunden en estos tiempos.
Reflexiono sobre el año vivido y lo cierto es que, a nivel personal, ha sido nefasto. Voy a dejar de lado lo de la crisis, lo del paro, lo de no llegar nunca más allá, lo de las estafas y robos, y me voy a centrar en mi.
Recuerdo muy bien el día 01/01/2011 y la ilusión que tenía por todo, las fuerzas me salían a borbotones del interior y me sentía capaz de todo..., pero poco a poco, todo eso ha ido mermando. Me han ido robando esperanzas y sentimientos, uno tras otro y mi propia velocidad se ha ido frenando, a golpes inciertos y por dudas de no poder, ya, soñar despierto.
Reflexiono sobre los meses pasados y todo lo vivido, y veo que hay muchas cosas únicas y buenas y creo que eso ha sido lo que ha logrado que mi caída no sea al vacío, ha sido una caída por niveles y algunas veces con algún cojín para frenar la velocidad y no aplastarme del todo contra el suelo. De lo contrario no tendría gracia alguna.
He perdido mucho, he perdido retazos de mi corazón porque los han cortado con sierra y sin anestesia y, lo peor ha sido el no poder hacer nada, absolutamente nada, para evitarlo. Tan sólo quedarme perplejo.
Este mes de diciembre me siento como aletargado porque ha sido el colmo de todo y las situaciones en las que me he visto metido sin querer, superan a cualquier película de Hollywood. Pero no voy a decir nada en concreto sobre ello porque la red es un arma de doble filo, metirosa y traicionera.
Durante este 2011 he perdido la confianza que tenía en algunas personas y eso es lo que más me entristece. Quizá esperaba poder recuperarla pero ahora veo que no, que no se pueden dar pasos de gigante e intentar mover el mundo tú solito, porque no tienes fuerzas para ello. Si los demás no están por la faena, no están y punto.
Me he visto desplazado por personas nuevas y me han pedido que lo comprenda, y aunque así lo he hecho, todo tiene un límite y el tope hace meses que lo he pasado. Pero duele. Duele que te dejen de lado sin decirte nada, duele que te aparten de sus vidas porque han encontrado algo nuevo que parece más interesante y divertido. O será porque tienen más dinero o beben más o lo que ofrecen es la capa de fuera, o porque no son tan sensibles o porque la vida es así. Algo puta.
Luego están las terceras personas que son como una barerra de escollos infranqueable, siempre presentes, siempre intentando meter mal rollo y siempre intentando quedar por encima y querer ser lo que no son. Lo malo es cuando lo consiguen, y en mi caso, lo han conseguido y con creces.
El no poder expresar lo que sientes en voz alta porque corres el riesgo a que te manden a la mierda o a que te dejen de hablar o a que te aparten de un manotazo porque lo que dices no lo quieren escuchar. Esto lo he vivido día a día durante este año que comienza a terminar. Al fin. Por fin.
El que no te respeten y ni se molesten en esconderlo, es duro y más si proviene de la propia familia, el que te griten y te escupan palabras malsonantes..., es inaguantable. Y pones barreras invisibles, y muros visibles, y te cierras en banda, y dejas de ser quien eres, y dejas de hacer las cosas que te gustan hacer, y ya no quieres seguir más, ni quieres hablar, ni quieres llamar, ni quieres ser ni existir, ni tienes especativas, ni sueños, ni ilusiones, cuando te han roto por dentro y no tienes dónde agarrarte y no puedes pedir ayuda porque si dices lo que guardas..., te dejarán de hablar.
Porque no puedes decir algo porque te lo discuten a rabiar, o lo que te gusta parece que no está bien y es una completa mierda o no importa... es para decir que no a todo de una vez por todas, sin más, sin pensar, sin escuchar ya.
Ha sido un año muy duro, un año en el que he crecido, en el que he aprendido, y como alguien me ha dicho, lo malo no es caer sino volverse a levantar. Y así lo voy a hacer, levantarme, sacudiéndome la suciedad que ha quedado en mis pantalones. Y sin mirar atrás, sin resentimientos, sin miedos, sin dolor, sin cobardía, sin compasión.
Y ya me dá igual la familia, o los amigos, o las terceras personas, o los sentimientos, o los problemas de los demás, o el mismísimo caminar. Necesito endurecerme a marchas forzadas y no dejarme ni llevar ni afectar, necesito quue no me afecten las cosas de una vez por todas, necesito que me respeten sin más, que no me vendan más, que no den por hecho que siempre estoy ahí. Porque así lo sienten.
Mis días de diciembre no son para nada felices, mis días de diciembre me agotan, me agobian y me atrapan en una vorágine de vueltas llenitas de mierda que te marea y que te deja sin sentido. mis últimos días del año vienen a ser más de lo mismo, y no me autoflagelo, no me hago la víctima..., lo que hago es sacarlo todo fuera, lo grito desde dentro porque es como una bomba de relojería que me mina y que puede estallar en cualquier momento. Necesito sacarlo y esta es mi vía, la manera de expresarme en la que nadie me puede cortar o hacer callar, en la que nadie me puede acusar o no dejarme expresar. Podría escribirlo en cualquier papel, en una libreta, pero no me sale de los cojones. Además, tampoco me leen tanto, así que como este lugar es mío, escribo en él lo que me apetece en cada momento.
Esto no va por nadie en concreto, esto son mis pensamientos, mis sentimientos, pero si alguien se siente afectado, pues... pues que siente un rato y piense sobre ello, pero que piense en serio y vea las cosas tal y como son.
Me refugio en la música y me llevo lo bueno...
Durante este 2011, viví el viaje más alucinante con mi pareja que jamás he tenido, he conocido a personas que son buenas, he visto a mi hermana y ha estado en mi nueva casa, una casa preciosa que hemos estrenado y que está a 5 minutos caminando del trabajo que quería en el cual me he quedado fijo en menos de un año, en el que me valoran y respetan.Y poco más, pero ya me vale, la verdad.
2011 ha sido un año en el que he perdido a una hija y es lo que más me está afectando. Y el que los demás no se mojen y se queden conmigo de verdad y de forma real. Sin tiempos. Sin miedos, Sin límites. Sin condiciones.


Ya lo he dicho todo.
Y me voy a tender la ropa mientras haya sol y así, la congoja, también se seca.
Vaya 2011. ¡por favor!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Quédate con el último párrafo, y al resto que lo maten con tomate.

Un beso niño.

genestel dijo...

Locuelo, ¡me encanta eso de que lo maten con tomate!!¡frito, si puedes er!
Pues ayer se complicó todo un poquitín más, para aderezar sie so...

Un besico.

Lovelyfran dijo...

Para mí el 2011 fue mejor que el pasado 2010, pero tampoco un año para tirar cohetes. Quizás el 2012 sea el mejor año de mi vida, o quizás no. Por si acaso, que me quede como estoy, que ya me puedo dar con un canto en los dientes :) ¡Besote!

genestel dijo...

Bueno Runner, esperemos que te vaya todo bien!
este año aún me está dando mucha guerra y ayer y antesdeayer no se quedaron cortos...

Un besico.