¿No os pasa que siempre tenéis algún recuerdo especial guardado dentro del alma...? Porque a mi sí que me pasa y me encanta cerrar los ojos y revivir aquel momento, aquellos instantes tan especiales que, por una causa u otra, dejaron una profunda huella en mi vida.
Cuando me tumbo en la arena de una playa, en el césped de algún jardín, en mi cama para dormir una buena siesta (de esas bien merecidas), muchas veces me vienen imágenes dispares y sueltas de momentos que me hacen sentir que la felicidad existe, que hay personas por lo que lo darías todo y que, recordando ese tiempo ya pasado, te reafirmas en lo mucho que los quieres y lo cerca que están de ti, aunque haya mil mares por medio y altas montañas para acabarlo de rematar.
Y hoy, esta tarde, cuando me disponía a dormir un rato después de trabajar y de disfrutar de una buena paella, me ha venido a la mente (de forma totalmente involuntaria), aquella fría noche de mi primer invierno austral, aquella noche que jamás voy a olvidar porque la calidez de mis amigos fue tan grande que no importaba la temperatura exterior..., tan sólo importaba la temperatura de nuestras risas y guiños, de nuestra cena y de nuestro momento..., porque fue nuestro momento.
Nuestro momento.
Y ha quedado grabado para siempre en nuestras retinas, en nuestros cerebros, en nuestros corazones..., en nuestras vidas. Porque momentos así jamás se podrán borrar.
Jamás.
Va por todos y todas vosotros y vosotras.
7 comentarios:
Siiiiii me pasa muchoo y tengo muchos guardados, de las pocas pero muyyyy especiales personas que hay en mi vida, sobre todo porque a la mayoría de ellas también la tengo a miles de Kms.Un beso para todas ellas sobre todo para la que ha escrito este relato.Tatimuuuuu
Yo, por ejemplo, recuerdo mucho y muy seguido un viaje a la costa de mi región, a una playa llamada Pelluhue, en un fin de semana frío pero con algo de sol, entre caminos serpenteantes, cantando a todo pulmón temas de Sandra, en un Jeep blanco, con algunas paradas inesperadas para fotografiar Llamas y Alpacas y en compañía de dos personas a las que amo con todo mi corazón. :-D
Recuerdos de estos, con personas a las que quiero, hay muchos y espero tener la suerte de tener mucho más material que recordar en el futuro.
P.S. Preciosa foto! ;-)
Kampanilla, los buenos recuerdos son muy importantes para cada uno de nosotros, porque son como una especie de motores auxiliares que vienen a socorrernos cada vez que los necesitamos...
Roddo, ese recuerdo que explicas,..., sabes muy bien que es uno de los más especiales que tengo, es un momento único en la vida. Has hecho que me llene de emociones al recordar cada uno de los días que pude disfrutar en el Cono Sur... Cantando sandra a voces, el Pacífico, las carreteras..., inolvidable.
Y la foto, ¡cómo me gusta!
Hola Genestel!!
Hace tiempo te quería visitar en tu blog, pero siempre se me cruzan los planes. Hoy por fin he llegado y he leído algunas entradas tuyas que me han encantado!!!
Me pasa también que recuerdo siempre algunos momento especiales para mi.
En la serie el Barco, decían que si alguien se despide de ti, y al irse, se da la vuelta para mirarte de nuevo, es porque te quiere.
Este "darse la vuelta y mirarme de nuevo", lo recuerdo siempre y lo guardo como un tesoro en mi corazón :-)
Un abrazo
¡¡Hola Eline!Siempre es un gran placer el recibir tu visita en esta casa!!!
Me ha gustado mucho loq ue comentas..., y creo que voy a dedicarme a saber quién/quiénes se dá/dan la vuelta cuando nos digamos adiós...
Un beso!
Muchas gracias Genestel!! Lo mismo digo.
Fijáte en ello!!
Yo guardo aquel momento especial en mi corazón como un tesoro.
Por lo demás, ahora desde que lo decían en "El Barco", me fijo mucho en ello y a veces es curioso...
Un beso!! :-)
Eline, me gusta pensar en estas cosas que me dices...
¡Un beso!
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